La comida local a escena: cine documental que se saborea

Por Carmen Ibáñez Quignon

Si la cocina es un arte o no, puede ser objeto de muchas horas de charla.  El cine sí que se ganó un puesto entre las disciplinas artísticas, desde que el crítico Ricciotto Canudo (que bien podría ser el nombre de un plato italiano, un postre, y si sigo divagando voy más lejos, un canoli relleno de risotto en plan arroz con leche. Vale, paro.) lo denominara “el séptimo arte” en el libro Manifiesto de las siete artes (1911).

Lo que está claro es que gastronomía y cine se han mirado el uno al otro en más de una ocasión. El arte visual ha volcado todos sus recursos para profundizar en las historias de las personas y la herencia cultural detrás de recetas o alimentos.

En esa corriente encontramos Gazpachuelo, un documental de 37 minutos, en su versión extendida, del director malagueño Jorge Rivera, que se  estrenará en la plataforma de streaming Scenikus del 20 de noviembre al 20 de diciembre. La iniciativa tiene carácter solidario, ya que el director donará el 50% de la recaudación al comedor social ”Yo Soy Tú” y también las ganancias totales del preestreno del 15 al 20 de noviembre.

La grabación profundiza en esta receta de gran arraigo en la provincia vecina, de origen marinero, conocida como sopa templada de mayonesa, concepto poco apetitoso (incomprensiblemente) para algunos. Esos comienzos humildes han ido evolucionando hasta hacer de las versiones del gazpachuelo un plato de alta cocina. Rivera recoge en su documental los testimonios de cocineros, historiadores, periodistas y  “abuelas” sobre el gazpachuelo y como conecta con la historia malagueña.

 Los cineastas gaditanos también han encontrado la inspiración en la gastronomía local. Caballas (2019), del director gaditano José Manuel Serrano Cueto, es la narración de cómo este pescado marca la vida de un hombre, su padre, Rafael Serrano, ‘el Chori’, dedicado a la pesca tradicional de la caballa. De cómo este alimento, humilde, marca el pulso de una ciudad, Cádiz,  dando sentido a sus tradiciones y a sus platos más populares.  Cosas olvidamos cuando disfrutamos con una caballa con piriñaca, un dobladillo o unos fideos con caballa, el cine de Serrano Cueto nos lo recuerda.

Sin salir del mar, el documental Oro rojo (2020) del realizador jerezano Jesús Sotomayor y Trafalgar Cinema vuelve a la tradición marinera de la provincia de Cádiz, con el atún rojo de protagonista, un trabajo que se llevó el premio Biznaga de Plata al mejor largometraje documental del XXIII Festival de Málaga. 

Mucho se ha escrito sobre el pez que reina en el Atlántico cuando pasa. Ha sido y es el sustento de las localidades almadraberas y un reclamo para turistas de todo el mundo. La captura en las tradicionales almadrabas, hacen que a su especial textura y jugosidad, se una de las técnicas de pesca más antiguas y sobrecogedoras que existen.  El trayecto de la almadraba hasta Japón, donde el atún rojo se trata como a una verdadera joya, es la temática de la segunda parte de la trilogía de Sotomayor, que empezó en 2015 con El sentimiento de los vientos.

Los bares pequeños, los baches de toda la vida, tienen un encanto que bien merece una película.  El bar El Laurel, junto a la plaza de Candelaria de Cádiz, fue el escenario y protagonista del cortometraje El del Laurel (2020) ganador de la 7ª edición del certamen de cine urgente DocuExprés dentro de la última edición del festival de cine gaditano Alcances.

En él se muestra, durante unos 4 minutos, el contraste del bar vacío, con la voz de Julio Ruiz Mendoza, conocido como Julito ‘el del Laurel’ y fallecido en 2018, hablando de su vínculo desde pequeño con el bar. Un bar que antes regentaban su padre y su abuelo.  Las imágenes, en blanco y negro, transmiten esa mezcla de tristeza y alegría de recordar los buenos tiempos, que para Julito El del Laurel, pasaban entre ollas, barras y mesas.

Sus autores son Manuel Ruiz y Elisa Sánchez, hijo y nuera de Julio. Ambos querían hacer un guiño a la hostelería a la vez que homenajeaban al último de varias generaciones en el negocio familiar. En esta peculiar convocatoria, los autores tienen tan solo tres días para escribir y rodar el guión.

el jerez, también por los ojos

En 2015 se estrenó Jerez y el misterio del palo cortado, un film de Jose Luis López Linares que se adentra en los secretos de este enigmático tipo de vino de jerez. Se cuenta que surge de forma espontánea, la evolución en la bota, cambia y lo que estaba destinado a ser fino o amontillado se transforma.

En el documental se suceden testimonios de productores,imágenes de bodegas, la viña, el proceso, la sabias palabras del capataz, para desentrañar qué hay detrás del palo cortao, el azar o un condienzudo trabajo convertido en magia.

Durante la International Sherry Week 2020, este documental podrá visionarse gratuitamente dentro de las actividades virtuales organizadas desde el 2 al 9 de noviembre.

Además de estas pinceladas locales, la gastronomía ha ido siendo cada vez más el tema central de documentales y películas, entre las que despuntan las de plataformas como Netflix. Así, el cine ha convertido en un vehículo perfecto para conocer mejor todo lo que hay tras la comida y las emociones que despierta.

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