Vino y cocina nunca han estado tan cerca como lo están hoy. En los restaurantes siempre ha habido un lugar preferente para tintos, blancos o jereces… Estos últimos estaban relegado al aperitivo y en los últimos años ha ganado más y más protagonismo como armonía para todos los platos de un menú, desde el entrante al postre.
Pero la fórmula inversa, que una bodega apueste por la gastronomía, es reciente en la provincia de Cádiz. Siempre han existido las tabernas en las que acompañar con tapas frías alguna copa. Apuntar a una cocina más elaborada ha sido parte de la renovación de muchas bodegas del Marco de Jerez, que han abierto sus propios restaurantes para demostrar todo el potencial de este vino, famoso en todo el mundo.
Además de maridajes, ofrecen una experiencia enoturística completa. Vivir desde dentro el proceso de elaboración del vino hasta convertirse en un complemento que refuerza el sabor de la comida. Siempre enmarcado en la bodega, cuya estructura se mantiene a lo largo del tiempo como un ingrediente más de su receta. Estos son 5 restaurantes en los que puedes comer dentro (o casi) de una bodega en la provincia de Cádiz.
Toro Tapas (El Puerto de Santa María)
Las bodegas Osborne apostó fuerte por la gastronomía en 2016 con la apertura de Toro Tapas dentro de la propia bodega en la calle Los Moros de El Puerto. Van más allá de la típica tapa fría de los tabancos o tabernas de toda la vida, ofreciendo una cocina tradicional con materia prima de mucha calidad. La chef Sonia Arjones es quien firma platos como la lasaña de carrillada ibérica o lomos de lubina de estero con caldo doble de chirlas y Coquinero, incluidos en la nueva carta de invierno de 2020. Los vinos de Osborne, como no podía ser de otra forma, son los que acompañan a la comida.
El restaurante mantiene la estructura bodeguera, con techos altos y grandes espacios decorados con mucha elegancia. Se encuentra dentro del espacio de enoturismo de Osborne, donde además de la bodega, hay un interesante museo dedicado a la figura del famoso toro de Osborne y otras obras y objetos con historia.. Otro dato curioso es que existe otro Toro Tapas en Ronda, Málaga.
La Tapería Fundador (Jerez)
Un lugar como Jerez no podía dejar de mezclar vino y gastronomía. Ha sido Bodegas Fundador, una de las más antiguas de la ciudad, la que ha dado este salto abriendo al público una tapería dentro de la propia bodega, pero con una entrada independiente. Anuncian una cocina de producto de corte tradicional, maridada con sus jereces y sus brandis. Se puede tapear y comer de una forma más completa. En la carta de La Tapería Fundador hay, platos como el pimiento del piquillo relleno de marisco, o risotto de setas. Tienen una carte especial de cócteles hechos con vinos de jerez. En calle San Ildefonso 3.
Taberna Argüeso (Sanlúcar de Barrameda)
De nuevo, otro ejemplo de que la conexión entre la cocina local y las bodegasde es necesaria. La cultura gastronómica de Sanlúcar ofrece una simbiosis perfecta en la Taberna de Argüeso. Se ubica en uno de los extremos de Herederos de Argüeso. Su promotor es José Manuel Ávila, uno de los accionistas de la bodega. El resultado es una taberna gourmet con mucha solera, entre los muros de un antiguo convento del siglo XVI, pero con ese toque vintage que lo hace actual. Parte de la culpa de esto la tiene su zona dedicada al sushi y al atún rojo salvaje, un producto que han convertido en su especialidad. El resto de la carta apuesta por el producto de siempre cocinado con algunos toques asiáticos. Para acompañar, vinos de Argüeso. En calle Mar 2, en Sanlúcar.
Bespoke (El Puerto de Santa María)
No está dentro de una bodega ni pertenece directamente a ella, pero tenía que incluirla en esta lista por su singularidad. Carmen Gutierrez Pou pertenece a la familia bodeguera Gutiérrez-Colosía de El Puerto. Fue ella la que en 2015 decidió crear Bespoke, un restaurante que sigue la filosofía de lo “hecho a medida” en su decoración (es lo que la palabra inglesa “bespoke” significa). Utilizó materiales reciclados de la propia bodega para inspirarse en el mundo del vino donde siempre ha trabajado. Aunque en su carta de vinos contiene más de 100 referencias, con cada plato recomiendan un tipo de vino de jerez de la bodega familiar. Está en la avenida de la Bajamar 36.
Bodega La Cooperativa (Chiclana)
La Unión de Viticultores de Chiclana es famosa por producir los vinos Fino Chiclanero o el Oloroso Sarmiento, entre otros. Pero también lo es por su bar La Cooperativa de Chiclana. Empezó sirviendo tapas frías y algún guiso, pero tras reformar su estructura, comenzó a servir más comida caliente: carnes, tortilla, croquetas… sin dejar atrás las tablas de chacinas, los montaditos y las conservas. La distribución de las mesas mantiene la esencia informal de bodeguita donde parar, con algunas botas a modo de mesa, mesitas bajas con banquetas y sitio en la barra. El precio es muy asequible, especialmente en las copas de vino, por lo que suele estar lleno. Lo encontrarás en avenida del Trabajo número 15, junto a la bodega.
