Los protagonistas de esta lista han desafiado a la globalización. Porque hoy te comes una pizza en Nápoles o en la segunda pista de La Barrosa. Pero los siguientes platos gaditanos no los encontrarás ni a 10 metros más allá de la frontera de donde fueron inventados o echaron raíces. Puede que no se trate de alta gastronomía, pero tienen un puntito fetichista para los coleccionistas de recetas curiosas de la provincia de Cádiz.

Ponty (Cádiz)

Todo gaditano que haya tirado alguna vez de comida rápida, lo conoce. Se le conoce como ponty de pollo, o ponty directamente. Su origen se localiza en la hamburguesería-bocadillería-pizzería La Teja, pero se puede encontrar con este nombre en otros locales. No es más que un bocadillo de filete empanado de pollo con lechuga, tomate y mayonesa. Ni más ni menos, porque bien bueno que está (como todo lo empanado). Hay otra versión en San Fernando que llaman “pollazo”, pero el nombre nos da un poco de vértigo.

Rosto (La Línea)

Receta con una interesantísima historia que cuenta largo y tendido el investigador gastronómico Manuel Ruiz Torres en la revista CaoCultura. Es un plato genovés muy cocinado en Gibraltar y por extensión en su vecina La Línea. Se trata de un plato de pasta con salsa de tomate y carne, cuyo origen se remonta al siglo XVI, con la llegada de los genoveses a Gibraltar. Es curioso cómo un plato italiano de pasta ha permanecido hasta hoy como algo propio en la cocina popular del Campo de Gibraltar.

Garbanzos como conejo (Trebujena)

Debería ser el plato icónico del movimiento vegano, aunque su origen no sea por cuestiones morales si no por ser un recurso barato en época de escasez. Es típico de Trebujena, donde se come para celebrar la fiesta del Mosto y su propio concurso de cocina desde 1979. Esta celebración atrae a mucha gente de fuera de la localidad. No lleva conejo ni nada de carne, solo garbanzos, arroz, mosto, laurel, azafrán y perejil. A juzgar por el éxito de la receta, no se echa en falta ningún ingrediente.

Aneto (Jerez)

Plato que suele ir acompañado de muchas patatas fritas. Volvemos al empanado, porque pedir un aneto en Jerez es pedir dos filetes de pollo entre los que se pone queso y jamón ibérico o serrano. Como un cachopo pero más nuestro. Dan la opción de acompañarlo de salsa con cebolla y champiñones, salsa de roquefort Dependiendo del grosor de los filetes, se puede convertir en todo un reto digno de Crónicas Carnívoras. Se encuentra fácilmente en cualquier restaurante o mesón señero de Jerez.

Masita (Setenil de las Bodegas)

Ojalá esta receta se expandiera por toda la provincia. Es una pequeña delicia a modo de hamburguesita hecha con la masa fresca de chorizo y de salchichón que se compacta, se cocina a la plancha y se mete dentro de un bollito de pan. Esta masita se prepara en la cooperativa cárnica Los Montes de Setenil, y se puede degustar en casi todo los establecimientos del pueblo. Cada uno aporta su toque diferente a esta tapa convertida en típica.